La isla Bishop rock se encuentra
en la península de Cornualles, al suroeste de Reino Unido y aparece en el libro Guinness de los Récords por ser la
isla más pequeña del mundo. A pesar de tener una superficie muy pequeña (de
unos 130 metros cuadrados) es considerada una isla por tener una construcción
humana: un faro hecho en 1858 y que ocupa el 90% de la isla.
La construcción del faro no fue
fácil ya que las olas azotaban constantemente la superficie y tuvieron que
reforzarlo con bloques de granito y los trabajadores tenían que ir y volver
cada vez que la climatología lo permitía. Por estas duras condiciones tardaron
7 años en construirlo. A pesar de todo y aunque parezca mentira este faro
estuvo habitado hasta el año 1992 y históricamente fue utilizado para enviar a
criminales de muerte ya que de allí no podían huir. Desde que el faro quedó
deshabitado, funciona de manera automatizada y solo algunos aventureros se
atreven a aterrizar en helicóptero y ver esta diminuta isla.
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